Al llegar el día de Pentecostés estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente un ruido del cielo, como de viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban, y vieron aparecer unas lenguas como de fuego que se repartían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en diferentes lenguas,
según el Espíritu les concedía expresarse.
Residían entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra.
Residían entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra.
Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados,
porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. (De los Hechos del los Apóstoles, 2, 1-6)
ORACIÓN:
Cada persona es diferente,
con necesidades y problemas diferentes.
A través del contacto personal lo descubrimos.
El contacto es fuente de intercambios,
es fuente de amor fraternal.
Un amor que no deja al otro como "asistido".
Un amor que no es paternalista y no anula al otro.
El contacto personal abre fronteras:
la experiencia del sufrimiento
es un factor de unidad entre personas y ambientes,
un factor de unidad entre personas,
creyentes y no creyentes.
Señor, que tu Espíritu nos haga llevar a todos
el AMOR que nos anima,
sin excepción, sin barreras,
gratuitamente...
Gracias, Señor, porque con la Fraternidad hemos derribado barreras,
hemos construido uniones fraternales profundas.
Cada persona es diferente,
con necesidades y problemas diferentes.
A través del contacto personal lo descubrimos.
El contacto es fuente de intercambios,
es fuente de amor fraternal.
Un amor que no deja al otro como "asistido".
Un amor que no es paternalista y no anula al otro.
El contacto personal abre fronteras:
la experiencia del sufrimiento
es un factor de unidad entre personas y ambientes,
un factor de unidad entre personas,
creyentes y no creyentes.
Señor, que tu Espíritu nos haga llevar a todos
el AMOR que nos anima,
sin excepción, sin barreras,
gratuitamente...
Gracias, Señor, porque con la Fraternidad hemos derribado barreras,
hemos construido uniones fraternales profundas.
COMENTARIOS DEL EQUIPO NÚCLEO:
"Pentecostés es una experiencia de comunicación. Vamos experimentando a través de nuestro contacto con las Fraternidades en el mundo que lo más importante es hablar la lengua del corazón. El amor es comunicación; cuando se ama de verdad es muy difícil estar incomunicado; él crea el ambiente propicio para una buena comunicación".
"La gente que entra en contacto con Frater se admira de la paciencia que ponemos a la hora de comprender a alguien que tiene dificultades de comunicación verbal, que no vocaliza bien. Es esfuerzo es menor cuando hay contacto frecuente, cuando lo que aparentemente parece una barrera, ya no lo es".
"En el fragmento de Hechos aparece el fuego. Este es calor, pasión, entusiasmo, energía... Es una buena expresión de lo que sentimos cuando hay cariño. Los gestos (un beso, un abrazo) se comunican con fuego, desde el corazón. Así se manifiesta lo importante de la comunicación aun en diversas lenguas".
"Pentecostés es la otra cara de la Torre de Babel en donde se confundieron las lenguas. Este representa el egoísmo, Pentecostés la voluntad de comprenderse. Creemos que el secreto de los apóstoles aquel día es que se dieron permiso desde entonces para conectar con los OTROS".
